MAS_QUE_UN_NUMERO

martes, 29 de mayo de 2012

El sabía

El sabía,
que las horas no saben curar...
No quería,
regalar ese amor maternal...

Cuando llegaba temprano,
ella colgaba la ropa,
luego se ponían a jugar.

Cuando le dolía el pecho,
ella besaba su frente,
un abrazo nunca sobra...

Cuando lo golpeaba el mundo,
ella tenia las palabras,
pero sin hablarle de más...

Lo que sabía,
es lo que nadie quiere aceptar...
Es que algún día,
las flores se deben marchitar...

Luego llegado el momento,
todo se tornaba oscuro,
nada parecía reflejar...

Esa ultima sonrisa,
que colgó de sus mejillas,
de eso no se olvida jamas...

jueves, 22 de marzo de 2012

¿Qué mas tenes que ver para poder entender?

Fue el llegar casi a el fin, donde pude sentir la humedad sobre los huesos
me olvide de los miedos, recordé viejos versos.
Esconderme de mi y escapar a la debilidad no es mi destino, el peligro es amigo.
Antes de ser raíz , yo lo pude entender,
no siempre lo entenderé, no siempre reviviré.
Nos trataron de hundir volvimos a surgir,
nadie pudo retorcer lo que nace de la piel.
Y los palos que están machacando sin asco o pudor,
sobre las piernas no son cadenas, alimentan la fuerza.
Expliquen la razón de tener ojos que no ven,
manos que no quieren ser puentes sobre ríos de poder.
Por favor redención, eliminen ya la humillación, que los condena a comerse en la selva.
¿Qué mas tenes que ver para poder entender? ¿qué precio hay que pagar para poder cambiar?
Expliquen la razón de tener ojos que no ven,
manos que no quieren ser puentes sobre ríos de poder.

martes, 6 de marzo de 2012

Canción del alma

De a poco revivirás,
te olvidaras que hubo un fin.
Después del poder amar,
no evitaras el sufrir.

Después del llanto
cada sonrisa es oro,
cada pequeña luz cegara al sol.

Dos que ya no están
en contra de las guerras
Luego volverán con dos mas por esa paz.


Aunque no creas en mi,
yo los he visto peor,
entierran su corazón
y luego salen a de allí.

No existe azar ni destino,
no te apresures,
espera a que pueda ver el sol.

Dos que nunca mas
se fundirán en uno,
dejen de esperar, busquen a quien revivir.
Desesperar y ahogarse en ese infierno
te vuelve a aniquilar, te hace infeliz.
Comprenderás que para volver a volar,
debes aprender a aterrizar.
Comprenderás que somos sobrevivientes.

Dos que ya no están
en contra de las guerras
Luego volverán con dos mas por esa paz.

jueves, 1 de marzo de 2012

Burbujas de detergente

Que ironía, ayer quería ser grande hoy necesitaba dormir hasta tarde, jugar en la vereda, mancharme con barro, ilusionarme pero con la esperanza de que esa vez si sucedería.
Varios días de febrero una amiga trajo al trabajo a su hija para que la cuidemos ya que sino cumplir con sus actividades de gente grande se tornaban imposibles.
Su hija una niña de 5 años, una gran pequeña, como los niños de su edad, personitas que viven desde la fantasía, sueñan, creen, confían, ríen y de ves en cuando lloran por algún raspón.
Dormida, llegaba a casa en los brazos de su mama y tenia el humor típico del que poco descansa pero de cambiar eso me encargaba. Uno de esos días nos internamos en la búsqueda de la taza para preparar una chocolatada, una bebida que se borro del menú de la casa al crecer. Busque entre los rincones de la cocina la tacita mas joven que seguramente tenia mas años de vida que cualquiera de las tazas serias que llegaron después de que dejo de existir la magia, vacías de expresión, sin colores llamativos, esas tazas que corresponde al adulto formal.
Minutos mas tarde finalizado el desayuno fuimos a lavar la tacita y en ese momento al apretar el envase de detergente se escapa con el viento una pequeña burbuja de detergente, la emoción fue impagable, su sonrisa sera inolvidable. Fue el momento en el que descubrí un tesoro enterrado, realmente había olvidado esa parte de la infancia los juegos con burbujas de detergente. En seguida encontré un alambre y le di forma circular en la punta, volvimos a tomar la tacita, la llenamos con agua y detergente y salimos al patio a tratar de sacar burbujas desde el alambre, con los primeros actos fallidos se nos apagaba la emoción hasta que salio, una gran burbuja brillante pero como ella dijo,"invisible" , se deslizo a través del alambre y voló lejos de las manos que querían reventarlas. Muchos recuerdos en mi cabeza, mucha alegría en su sonrisa y la tacita también recordó la felicidad después de 15 años salio de su encierro de vida adulta.
Nos hace bien vivir viejas cosas como nuevas, desenterrar esos tesoros, mejor dicho que nos desentierren los tesoros. Ese juego, esa personita que nos hacen volver a creer en la magia y a comtemplar el recorrido de la burbuja "invisible" hecha de los colores del arco iris es una de las cosas que uno nunca espera pero siempre llegan.


ella estaba al lado mio mientras lavaba

miércoles, 29 de febrero de 2012

15 minutos

Vos te encargaste de alejarte, yo de no buscarte.
"Los 15 minutos" antes, son interminables, recuerdo que sucede hace tiempo, cada vez que me acerco al reloj para ver si ya cumplí grita ¡no!, aun no, faltan "15 minutos" y este es el peor castigo. No son los minutos necesarios para tomar un café, ni los 10 minutos para matarse con un cigarrillo, estos "15" cuentan con un plus, innecesario.
Esta espera, innecesaria necesidad, es lo que nos ata, nos encadena a una ilusión que no sucederá, aunque sepamos que falta poco al mismo tiempo tenemos bien claro que esos "15 minutos" son eternos, muy largos, infinitos ¡fastidian! Ya que solo suman ceros.
Siempre lo compare con esa situación tan vivida, el comentario del final de la película la cual en la semana uno va a ver y ya no es lo mismo porque esos "15 minutos" son solo relleno, el final lo conocemos y es inevitable durante el desarrollo olvidar la imagen trágica que pone punto final. Los últimos 15 minutos que tiende el mundo a sumar a toda actividad cotidiana no hacen que el final sea leve, al contrario extienden lo ineludible.
¿Que quiero decir? Fácil. Que muchas cosas serian simples si no contaran con los últimos "15 minutos", la muerte no seria tan agónica, la separación no tan traumante, las despedidas mas felices. Sin esos "15 minutos" antes, realmente cambiaría el mundo.
Quien diga lo contrario piensa demasiado en si mismo debería aprender a ver desde los ojos de quien tiene enfrente, preguntarle que sucedió en esos 15 minutos.

sábado, 11 de febrero de 2012

Esperas

Hace varias noches que te despertas antes que el gallo
y también queres gritar con fuerza mas no podes.
Gritar para liberar un poco esa bronca acumulada,
gritar para que escuchen y no pregunten, ¿ey, hoy como andas?
Así esperas, esperas que el canto del gallo que queres imitar te despierte, para abrir los ojos y decir, "solo fue un mal sueño", pero no sucede.
Siguen siendo realidad las estacas en los pies, buscas tu error, buscas a quien culpar pero "todos fuimos, todos somos, todos podemos ser". Ahí recordas la vez que ganaste el juicio, del otro lado hubo injusticia.
Hoy te toca a vos y parece que nunca va a terminar ya dieron vueltas enteras los relojes y se siguen sumando males, las estacas no quieren ser pequeñas astillas sobre el pulgar, solo por el hecho de que son eso, estacas, y así con dolor, sin movilidad, esperas.