Nada de lo que viste en el camino, nada de lo que hiciste en el trabajo pudo tranquilizarte. Solo querías llegar a tu casa y hacer catarsis para entender esa emoción y buscarle sus significados.
Abre la puerta, no dudo, fuiste en buscas de ese disco que nunca te abandono, lo tenes en tu memoria, cada palabra y cada letra como si lo hubieras escrito. Que impactantes e imponentes son las casualidades ahora, alguien mas en el mundo siente lo mismo que vos. Pero sos demasiado razonable para soñar, solo te haces la idea por un instante y luego te hechas a llorar. Nunca nadie era demasiado bueno y esa palabra no estaba relacionada con la bondad, te enloquecías por 7 minutos y luego te boicoteabas para dejar de hablar, nadie podría hacerte feliz ni vos harías feliz a otros. Demasiado ego, demasiada tv, abundante rechazo a serte sincero aunque sea una vez. Suena el celular, lo empezas a odiar, encima ella siempre preocupada por saber "¿cómo estás? =)". En un momento de locura y enojado con tu envase aniquilaste el pequeño cáncer, sentiste fuerza y poder. Tomaste los pedazos y los desechaste, tras la puerta siempre hay algo que te puede rescatar, zapatos, campera, bufanda y gorro a la busqueda de lo que no dejas existir, a mentirte y creerte mucho más.
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